Valor real y valor percibido

"El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad del hombre que la expresa". Oscar Wilde.

El valor creado y la percepción de dicho valor son las bases para determinar la rentabilidad de un determinado producto. Hay que asegurarse, por todos los medios posibles, de que el valor creado es percibido por el posible comprador como se merece y, si es posible, incluso que la percepción del valor sea mayor a su valor real. Es muy complicado que un cliente pague por un valor que no percibe.

Cabe la posibilidad de que el cliente no sepa claramente cuál es el valor real de un producto y perciba que vale más de lo que parece. Para conseguir esto no hay que tomar una sola medida, sino que son muchos los factores que entran en este juego. Desde la publicidad, hasta la imagen general de la empresa o concreta de un producto, pasando por la calidad. Cuanto más difícil sea para un cliente saber por qué valora de forma tan positiva nuestros productos, mucho mejor. Hay que fomentar que la mayor parte de las percepciones que se tienen de nosotros sean positivas.

Por una parte hay casos en los que la calidad se puede conocer incluso antes de comprar un producto o servicio, pero hay que saber que en determinados casos (ejemplo: alimentos), es muy difícil conocer la calidad de un producto si no se compra antes. Una vez comprado y utilizado el producto podemos saber si satisface nuestras necesidades o no. Si compramos un paté y lo comemos, podemos saber si estamos satisfechos o no y, por lo tanto, determinar la calidad que a nuestro modo de ver tiene. Pero medir la calidad al utilizar un servicio de un abogado es más complicado, por lo que las empresas que ofertan estos servicios utilizan mucho la diferenciación basada en la imagen, reputación, experiencia, etc. consiguiendo que si el cliente se siente satisfecho la primera vez, la fidelidad pueda ser indefinida.

Señales de valor

Si un comprador encuentra un producto nuevo, tiende a juzgar el valor del mismo fijándose en determinadas señales que es necesario controlar, tales como la reputación, la presentación del producto, la promoción del mismo, experiencia, precio, etc. Las señales anteriores se refieren al valor, cuya importancia será igual a la del valor real cuando:

El cliente no es complicado

Diferenciando la oferta que ofrecemos con nuestro producto utilizando principalmente señales de valor. Esto es debido a que este tipo de clientes no se fijan tanto en el valor real y sí tiene muy en cuenta las señales de valor que percibe. Sus compran son sencillas y apoyadas en el valor percibido del producto.

Compra por primera vez

El comprador es novato y no ha disfrutado de la calidad del producto que se oferta, por lo que las señales a utilizar fomentarán lo atractivo que es el producto, aumentando el valor que el cliente perciba de nuestro producto.

Fomentar que la diferenciación sea subjetiva o difícil de cuantificar

Aquí, la empresa se ha esforzado en diferenciarse de sus competidores, pero no consigue que el cliente perciba el valor real de la oferta. Para llegar al objetivo, la empresa ayudará al comprador mediante determinados elementos a que perciba adecuadamente lo que se le ofrece.

Cuando se compre solo una vez

La empresa intentará que en este caso el cliente perciba, utilizando todos los medios posibles, que su producto es el que debe comprar, y no el de la competencia. Un ejemplo puede ser la compra de una casa, que normalmente se realiza una vez en la vida.

La sostenibilidad de la estrategia de diferenciación utilizada por la empresa es clave para conseguir el éxito. Las bases de la estrategia han de fomentar los valores que el comprador busca y han de impedir en todo momento que se puedan imitar por la competencia.

El riesgo de declive empresarial estará más presente si no se toman las medidas anteriormente comentadas

El valor creado y la percepción de dicho valor son las bases para determinar la rentabilidad de un determinado producto.

 

Ver Actividad Costes de diferenciación
 

Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Emprender un negocio (ADGD088PO).

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