La Promoción de la Salud en el Trabajo es un concepto relativamente joven que aparece a finales del siglo XX y proviene del campo de la salud pública.

 

En la primera Conferencia Internacional sobre la Salud de la Organización Mundial de la Salud, llevada a cabo en 1986 se define la promoción de la salud como sigue:

«La promoción de la salud es el proceso de preparar a las personas para que aumenten el control sobre su salud, y para que la mejoren. Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o un grupo debe estar en condiciones de identificar y llevar a cabo sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y cambiar el entorno o adaptarse a él. La salud se contempla, pues, como un recurso para la vida cotidiana, no como el objetivo de la vida. La salud es un concepto positivo que enfatiza recursos sociales y personales, junto con capacidades físicas. Por tanto, la promoción de la salud no es simplemente responsabilidad del sector sanitario, sino que va más allá de los hábitos saludables de vida para llegar al bienestar.»

 

Además, en la carta extendida en la conferencia se declara:

«La manera en que la sociedad organiza el trabajo, debería contribuir a crear una sociedad saludable. La promoción de la salud genera condiciones de vida y de trabajo seguras, estimulantes, satisfactorias y agradables».

Como vemos, la OMS define la Promoción de la Salud como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud, y contempla el lugar de trabajo como factor importante a tener en cuenta. Para ello, se prefiere el uso de enfoques participativos que faciliten la creación de condiciones que garanticen la salud y el bienestar de todos.

Respecto a la aplicación en el lugar de trabajo, significa ir más allá del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, ya que persigue un objetivo más amplio que el de evitar daños a la salud de los trabajadores. Por tanto, no es una obligación legal, sino una decisión de la organización.

No obstante, para su implementación con éxito es necesaria una sólida estructura preventiva, y en este sentido, la implementación de programas de Promoción de la Salud en el Trabajo ha sido distinta en cada país o región en función de su normativa sobre prevención de riesgos laborales, medios disponibles e implicación de empresarios, trabajadores y Administraciones públicas.

En el seno de la Unión Europea se creó la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP, por sus siglas en inglés), formada por los institutos nacionales de salud y seguridad en el trabajo y de instituciones de salud pública comprometidas con el desarrollo y promoción de buenas prácticas de salud en el lugar de trabajo. Su lema es "Trabajadores Sanos en Empresas Saludables".

Esta red acordó en 1996 la siguiente definición: "La Promoción de la Salud en el Trabajo (PST) es aunar los esfuerzos de los empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo. Esto se puede conseguir combinando actividades dirigidas a mejorar la organización y las condiciones de trabajo, promover la participación activa y fomentar el desarrollo individual".

Fruto del trabajo de la Red Europea de PST nació en 1997 la Declaración de Luxemburgo, en la cual se recogen los principios básicos de actuación y el marco para la promoción de la salud en el trabajo a nivel europeo. Esta declaración ha sido un factor importante en el desarrollo de políticas y programas de salud y seguridad en el trabajo en toda Europa, ya que a ella se han adherido los 28 países que conforman actualmente la Red, entre ellos España y múltiples organizaciones europeas.

La Declaración de Luxemburgo destaca la importancia de un enfoque integral de la salud y la seguridad en el trabajo y reconoce que estas son responsabilidades compartidas por empleadores, trabajadores y gobiernos.

Las líneas de acción principales a aplicar en los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo serían:

  • Información y sensibilización: Informar sobre un riesgo X. Por ejemplo, riesgos asociados al tabaquismo.
  • Formación: Formar sobre cómo reducir un riesgo X. Por ejemplo, curso sobre nutrición.
  • Creación de entornos saludables: proveer unas condiciones de trabajo que faciliten la reducción de un riesgo X. Por ejemplo, contar con un espacio para realizar pausas activas.
  • Desarrollo de una política empresarial que integre la PST: aplicación de políticas que reduzcan el riesgo X o que faciliten su control por parte de los trabajadores. Por ejemplo: protocolo de contratación del catering del comedor que incluya criterios de alimentación saludable y variada.

Los Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo y la Promoción de la Salud en el Trabajo

Un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST) es un conjunto de medidas, procedimientos y prácticas que se implementan en una organización para prevenir accidentes laborales, enfermedades profesionales y otros daños a la salud de los trabajadores derivados del trabajo.

Este sistema permite identificar los riesgos laborales, evaluarlos y controlarlos de manera sistemática y proactiva. Además, incluye la formación, capacitación y sensibilización, la supervisión del cumplimiento de las normas y la documentación y evaluación constante de los resultados obtenidos, buscando la mejora continua.

La normativa europea obliga a las organizaciones con trabajadores a tener implantado un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST). Este debe estar integrado en la gestión general de la organización y requiere de la implicación de todos los integrantes de la organización, independientemente de su nivel jerárquico, incluyendo, por supuesto, a la alta dirección.

En cambio, la Promoción de la Salud en el Trabajo no trata solo de evitar daños, sino de mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores a través de actividades y acciones que fomentan hábitos saludables e intentan prevenir la aparición de problemas de salud.

En cualquier caso, si una organización decide implantar un programa de promoción de la Promoción de la Salud en el Trabajo, es muy conveniente que se integre con el SGSST, porque esto nos permitirá una mayor eficiencia de las acciones de PST, invirtiendo menos recursos y con mayor garantía de éxito.

Además, es importante asegurarse de que se cumplen los requisitos legislativos en materia de prevención de riesgos laborales, porque no tiene sentido comenzar a implantar un programa de Promoción de la Salud en el Trabajo sin que hayamos provisto a los trabajadores de entornos seguros donde los riesgos estén adecuadamente controlados.

Por otro lado, a diferencia del SGSST, que es obligatorio, implantar un programa de Promoción de la Salud en el Trabajo es una decisión voluntaria de la organización.

Igualmente, la participación de los trabajadores en las acciones de promoción de la salud también debe ser voluntaria. Si bien adoptar un modo de vida más saludable es recomendable para todas las personas, el estilo de vida es personal y no se puede obligar a los trabajadores a modificar comportamientos de este tipo salvo que resulten nocivos para otras personas.

Una buena práctica para favorecer la participación voluntaria de los trabajadores en las actividades de PST es que intervengan en todo el proceso, participando también en el diseño de las mismas, en la toma de decisiones, etc.

En el caso de los Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la normativa establece la consulta y participación de los trabajadores a través de los Delegados de Prevención, que son representantes de los trabajadores, elegidos por votación entre ellos con funciones específicas en materia de Prevención de Riesgos Laborales.

Dado que la Promoción de la Salud en el Trabajo es conveniente integrarla en el SGSST, es razonable articular la participación de los trabajadores de la misma forma que se hace en el SGSST, a través de los Delegados de Prevención.

En cualquier caso, no hay que perder de vista que la Promoción de la Salud en el Trabajo requiere el compromiso activo tanto de la organización, que ofrece unas condiciones organizativas y ambientales saludables, como de los empleados, cuya implicación activa en los programas será imprescindible para su éxito.

En cuanto a la organización preventiva en la empresa, es conveniente que se cuente con la colaboración los Servicios de Prevención en la implantación de los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo. De hecho, el Real Decreto 843/2011, por el que se establecen los criterios básicos sobre la organización de recursos para desarrollar la actividad sanitaria de los servicios de prevención, encomienda al personal sanitario de los Servicios de Prevención la función de impulsar programas de PST.

Esta colaboración seguramente será más estrecha en aquellas empresas que cuentan con Servicio de Prevención Propio que en las que lo tienen Ajeno, pero no obstante, es posible un cierto grado de implicación en cualquiera de los casos.

Introducción a la PST
 

Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Cómo implantar un programa de Promoción de la Salud en el Trabajo.

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