25 de Agosto de 2025
El rol de FUNDAE: el organismo clave de la formación bonificada
Autoría: Samuel Pérez Castillo
Especialista en formación bonificada para empresas, marketing digital y comercialización internacional.
Tiempo de lectura: minutos
El mercado laboral actual se caracteriza por un ritmo de cambio acelerado: la digitalización, la globalización, la irrupción de nuevas tecnologías y la transición hacia modelos productivos más sostenibles exigen que empresas y personas trabajadoras se adapten constantemente. En este contexto, la formación continua no es ya una opción, sino un requisito indispensable para la competitividad empresarial y la empleabilidad individual.
En España, el organismo que garantiza que esa necesidad se traduzca en oportunidades reales es la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE). Más allá de ser un ente gestor, FUNDAE actúa como garante del derecho a la capacitación permanente, facilitando a las empresas un mecanismo de financiación eficaz a través del sistema de formación bonificada.
A lo largo de este artículo, analizaremos en profundidad el papel de FUNDAE, cómo funciona la formación bonificada, qué beneficios aporta y cuáles son los retos que enfrenta para consolidarse como el motor de la formación profesional para el empleo en el siglo XXI.
El papel estratégico de FUNDAE en el ecosistema formativo
FUNDAE no es solo una entidad gestora de subvenciones; es una pieza clave del sistema de formación para el empleo en España, articulando la colaboración pública y privada en torno a un objetivo común: mejorar las competencias del tejido productivo. Según su normativa, FUNDAE actúa como colaborador técnico del SEPE y del Ministerio de Trabajo, integrando en su estructura a las comunidades autónomas y a las principales organizaciones sindicales y empresariales (CEOE, CEPYME, UGT, CCOO y CIG).
En 2024, FUNDAE gestionó la formación de más de 6,5 millones de participantes en programas de empleo: más de 5,8 millones corresponden a formación programada por las empresas, y 733 952 a formación subvencionada, incluidas acciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Además, 347 442 empresas impartieron formación, lo que supone un incremento en la participación empresarial.
Este impacto no es solo cuantitativo, sino también estratégico: FUNDAE aporta herramientas digitales, asesoramiento técnico y plataformas como Experiencia FUNDAE, que ofrece más de 2 100 acciones formativas gratuitas, accesibles a trabajadores, desempleados y autónomos.
Gracias a su rol como facilitador, garante y promotor de innovación, FUNDAE va más allá de repartir fondos: impulsa un ecosistema de aprendizaje permanente, esencial en un entorno laboral marcado por la transformación digital y la necesidad constante de adaptación.
La formación bonificada: funcionamiento práctico
La formación bonificada es un sistema sencillo en su planteamiento, pero de gran impacto social y económico. Se articula sobre tres pilares principales:
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Determinación del crédito disponible: Cada empresa dispone de un crédito anual que depende del volumen de cotizaciones por formación profesional ingresadas el año anterior. Esto significa que cuanto mayor sea la aportación realizada a la Seguridad Social, mayor será la cantidad que la empresa podrá invertir en formar a su personal.
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Organización de la formación: Las empresas pueden gestionar directamente la formación si cuentan con medios y recursos internos, o contratar a centros de formación acreditados que diseñen e impartan las acciones formativas. Esto permite flexibilidad: desde cursos presenciales hasta programas de teleformación adaptados a las necesidades del sector.
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Aplicación de la bonificación: Una vez realizada la formación, y siempre que se cumplan los requisitos exigidos, las empresas descuentan el importe de la inversión en los seguros sociales, convirtiéndose en un mecanismo de financiación ágil y directo de bonificaciones.
El papel de FUNDAE en este proceso es central: proporciona una plataforma telemática para gestionar las bonificaciones, asesora a empresas y centros de formación, supervisa la legalidad de los procesos y realiza controles para asegurar que la formación cumple los objetivos establecidos.
Beneficios para empresas, personas y sociedad
El sistema de formación bonificada gestionado a través de FUNDAE genera beneficios en distintos niveles:
Para las empresas: facilita la mejora de la cualificación del personal sin que ello suponga un gasto adicional, fomenta la innovación y permite adaptarse a las exigencias cambiantes del mercado. También mejora la motivación interna y reduce la rotación laboral.
Para las personas trabajadoras: supone una garantía de acceso a la actualización constante de competencias. La formación no solo abre puertas a la promoción interna, sino que también refuerza la empleabilidad en otros sectores o empresas, ampliando horizontes profesionales.
Para la sociedad en su conjunto: incrementa la competitividad del tejido productivo, contribuye a reducir las brechas de cualificación y se convierte en una herramienta eficaz de cohesión social. La inversión en capital humano es, al mismo tiempo, una inversión en desarrollo económico y sostenibilidad.
Retos de la formación bonificada y de FUNDAE
El sistema, sin embargo, no está exento de desafíos. FUNDAE y las políticas de formación para el empleo deben hacer frente a varios retos de gran calado:
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Reducir la burocracia: especialmente para las pymes, que a menudo encuentran el proceso complejo y desisten de utilizar sus créditos.
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Responder a la transformación digital: no basta con ofrecer cursos tradicionales; se necesitan programas actualizados en competencias digitales, ciberseguridad, inteligencia artificial o sostenibilidad.
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Garantizar la equidad: es esencial que tanto grandes corporaciones como microempresas y colectivos en riesgo de exclusión tengan las mismas oportunidades de acceso.
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Evaluar el impacto real: más allá del número de cursos realizados o de participantes, es necesario medir si la formación ha producido mejoras efectivas en la productividad y la empleabilidad.
FUNDAE, consciente de estos retos, está impulsando iniciativas de simplificación de procesos, digitalización de la gestión y diversificación de la oferta formativa para responder a las demandas del futuro.
La formación bonificable como motor de progreso y competitividad
La importancia va mucho más allá de gestionar un sistema de bonificaciones. Su verdadero valor reside en ser el nexo que conecta el esfuerzo público de inversión en formación con la capacidad real de las empresas para desarrollar a su personal.
En un entorno cada vez más dinámico y exigente, el papel de FUNDAE como organismo clave de la formación bonificada será decisivo. La actualización constante de competencias, el impulso a la innovación y el refuerzo de la empleabilidad dependerán, en gran medida, de su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos y mantener la formación bonificable como un derecho fundamental de las personas y una herramienta estratégica para la competitividad empresarial.
En definitiva, FUNDAE no solo gestiona fondos: gestiona futuro.

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