Facilitadores y obstáculos para el éxito de los cambios
Facilitadores
Hay determinadas circunstancias o condicionantes que facilitan la implantación y consolidación exitosa de los cambios. Entre ellas destacamos:
En los proyectos de gran calado que afectan a toda la Organización el Director General debe impulsar el proceso, transmitir la necesidad e importancia del proyecto, establecer las pautas a seguir y garantizar los recursos necesarios.
Los objetivos deben ser claros y conocidos por todos. Además, deben suponer un reto y un estímulo en su consecución.
Elección adecuada de las personas que gestionarán el proceso de cambio. Deben ser personas con capacidad de escucha, inteligencia emocional y prestigio interno.
Es necesario realizar una definición clara de la visión y la estrategia a seguir.
La participación de los empleados puede producirse en diversos ámbitos, por ejemplo:
- La determinación de los cambios y mejoras a realizar.
- La implantación de los cambios, mediante la delegación de determinadas tareas.
La participación de los empleados en el proyecto facilita su compromiso, su aceptación de los cambios y la aplicación de soluciones creativas y adaptadas a la realidad.
En la mayoría de las ocasiones para implantar los cambios es necesario disponer de recursos directos (económicos, materiales, humanos, tecnológicos...) o indirectos (formación de los empleados, tiempo suficiente...).
Es importante que todas las personas involucradas o afectadas por los cambios estén informadas de:
- El problema o situación indeseada que se desea superar.
- Los aspectos más importantes del proyecto.
- La evolución del proceso de implantación.
Es necesario realizar una planificación cuidadosa del tiempo de implantación.
Es recomendable establecer una cierta sensación de urgencia en el proceso de implantación.
Procurar que al principio haya una serie de éxitos rápidos para aumentar la motivación.
Obstáculos
Los principales obstáculos para que el proceso de cambio tenga éxito son:
- Falta de apoyo por parte de la Dirección.
- Resistencia de determinados afectados que consideran que con el cambio van a salir perdiendo (estatus, privilegios, etc.)
- Miedo a lo desconocido.
- Falta de tiempo para preparar e implantar el cambio.
- No formar adecuadamente a las personas afectadas sobre la nueva forma de hacer las cosas.
- Falta de comunicación, lo cual aumenta la desconfianza.
- Incoherencia entre la visión que se transmite a los empleados y lo que realmente hacen quienes patrocinan el cambio.
- Los fracasos al principio del proceso de cambio, lo cual provoca desmotivación.
- La falta de flexibilidad a la hora de implantar los cambios.