Ejercita tu respiración profunda y relájate

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Qué necesitas

Tranquilidad.

Cuáles son los beneficios

Tomar contacto con la meditación.

Muy a menudo en nuestras vidas tan estresadas, corriendo de un lado para el otro, no nos concentramos en nuestra propia respiración. La mayoría del tiempo es un proceso automático que damos por sentado. Pero seguramente no es la primera vez que tomas conciencia de tu respiración. En casa, en el colegio, en el trabajo, antes de un examen o en algún momento de marcada ansiedad, has respirado profundamente, controlando conscientemente el paso del aire hacia tus pulmones, así como su expiración. Y te has relajado automáticamente. Tu frecuencia cardiaca ha disminuido considerablemente y has conseguido serenarte en cierta medida.
 

  • Esta técnica también forma parte de los ejercicios de mindfulness y es sencillo y fácil de realizar en cualquier situación.
  • Controla la inspiración profunda por la nariz y su expiración lenta por la boca, de manera que los tiempos tengan una proporción de 1:2.
  • Tómate tu tiempo y concéntrate en sentir, percibir, cómo tus pulmones se hinchan y como se liberan del aire que acaba de llenarlos.
  • Focalízate en el sonido de tu respiración, en su ritmo.
  • Siente cómo cada vez más tu respiración se hace más lenta y profunda y tu mente se tranquiliza.