Planificación y evaluación de riesgos laborales

El resultado de la evaluación de riesgos ha de servirnos para continuar con el diseño, manejo y mejora de los controles de riesgos y será necesario para establecer un buen procedimiento al planificar la actividad preventiva. Para ello se procederá a concretar las medidas a adoptar, el tiempo de implantación y el responsable de estas actuaciones, entre otras acciones.

Los métodos de control, han de seleccionarse siempre teniendo en cuenta unos principios básicos, que son los siguientes:

 

Hay que combatir los riesgos en origen.

 

Se procurara en todo momento adaptar el trabajo a la persona, teniendo en cuenta la concepción del puesto de trabajo, los equipos y métodos de trabajo y producción, etc.

 

Estar siempre informados de las evoluciones técnicas que se produzcan.

 

Sustituir lo peligroso por lo que entrañen poco o ningún peligro.

 

Anteponer en todo momento la protección colectiva a la individual.

 

Informar y formar adecuadamente a las personas que realizan su labor en la organización.

 

Antes de ejecutar el plan preventivo es necesaria una revisión del mismo, teniendo siempre en cuenta los siguientes principios:

 

Si las medidas de control de riesgos conducirán a niveles de riesgo aceptables.

 

Si las medidas que se han adoptado generarán nuevos riesgos.

 

La opinión de las personas afectadas sobre la necesidad y operatividad de las nuevas medidas utilizadas para el control.

La evaluación debe ser un proceso dinámico y continuo, que ha de revisarse periódicamente, introduciendo mejoras y actualizaciones, garantizando así un mayor nivel de protección, ante supuestos, por ejemplo como la variación de peligros o riesgos.

Plan de control de riesgos

El resultado de la evaluación de riesgos ha de servirnos para continuar con el diseño, manejo y mejora de los controles de riesgos y será necesario para establecer un buen procedimiento al planificar la actividad preventiva.

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