Es la habilidad para crear un principio básico de acción que, siendo insondable, permite defender una posición y contribuye al éxito de un movimiento decisivo.
También implica la destreza de unificar voluntades en pos de un logro colectivo y la capacidad para tomar decisiones que equilibran el corto y el largo plazo y crean una ventaja competitiva.
Para desarrollar este tipo de pensamiento conviene hacerse tres preguntas clave:
Asimismo, hay que considerar que su puesta en práctica implica el desarrollo de las siguientes acciones o comportamientos asociados:
Finalmente, los resultados o los éxitos esperados serían los siguientes:
Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Orientación a resultados y objetivos.
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