Seguimos avanzando y aumentando nuestros conocimientos sobre el coaching. Recordemos que a grandes rasgos lo que intenta es fomentar el trabajo de la persona basándose en el apoyo de un coach, con la intención de alcanzar unas metas en diversos ámbitos. Un proceso donde entrenamos de forma personalizada para avanzar desde lo que somos, a lo que queremos ser.

Vamos a exponer en el presente apartado los diversos tipos de coaching que podemos encontrar, ya que pese a que el curso es genérico, podemos ahondar en lo que consideremos más interesante para cada uno de nosotros.

Coaching personal
Se trata de establecer un plan de actuación centrado en objetivos personales, por lo que la personalización será completa, ya que cada uno de nosotros tiene una serie de metas únicas y exclusivas, que pueden ir desde mejorar nuestra forma física a modificar hábitos de vida para sentirnos mejor mediante una optimización de la alimentación, pasando por mejorar nuestras relaciones sociales, de pareja, familiares, aprender a tocar la guitarra, ser más creativos, etc. La lista puede ser interminable pudiendo estar centrado en hijos, padres, parejas, jubilados...


Vamos a poner un ejemplo concreto de cómo se puede aplicar el coaching en el ámbito personal.
Se estima que en España hay unas seis millones de personas que viven solas. Hablamos de solteros, separados, divorciado, viudos... Se trata de un grupo de personas que suelen tener un nivel de independencia y libertad elevados y en ocasiones pueden recurrir a un entrenador personal con la intención de que les guíe en la consecución de los objetivos que ellos se plantearán, como por ejemplo buscar pareja, algo para lo que cada vez es más utilizado internet. La disposición de una persona que esté a nuestro lado cuando recorremos cualquier camino que nos separa entre lo que somos y lo que queremos ser, o hasta donde queremos llegar, es un refuerzo muy importante, valioso y que nos permite aumentar las opciones para alcanzar nuestras metas.

Vamos a poner otro ejemplo: imaginemos una persona, hombre o mujer, de unos 45 años, que durante 20 años ha trabajado en diversas organizaciones y actualmente tiene un puesto de directivo, con un buen sueldo y condiciones de trabajo aceptables. Está casado o casada, con un hijo de 18 años y una hipoteca pagada. Esta persona siempre ha tenido la sensación de que le faltaba algo, de que pese a tener una vida aparentemente feliz algo fallaba, por lo que considera que es el momento de acudir a un coach, con la intención de que este le ayude a redirigir sus pasos. Es muy común tener un entrenador personal en un gimnasio, que nos plantea un planning para conseguir reducir nuestro peso, potenciar la musculatura de los brazos, etc. La pregunta es ¿Por qué no tener a alguien que haga lo mismo en otros ámbitos de nuestra vida, por ejemplo un coach?
No se trata de acudir a un consultor o un psicoanalista, sino a alguien que desde una base objetiva, mediante una serie de técnicas y preguntas conseguirá que poco a poco, y con el trabajo principal tanto interno como externo del coach, se avance acción a acción, hacia la consecución de las metas estipuladas.
En el coaching personal se pueden plantear preguntas, exponer sentimientos, sensaciones, indicar lo que nos enfada, nuestros desafíos, dudas, miedos, promesas, proyectos y prácticamente de todo lo que consideremos oportuno si queremos ir del punto A al punto B, con ayuda. A grandes rasgos esto sería el coaching personal, que como podemos ver puede ser utilizado por todo el mundo que aspire a un cambio en su vida.

Coaching personal
Coaching ejecutivo
Centrado en los directivos, mandos intermedios y en general personal con responsabilidades en la gestión de Recursos Humanos, esta opción busca ahondar tanto en los puntos fuertes como en los puntos débiles, con la intención de plantear un plan potenciando los primeros y mejorando los segundos.

La promoción de un liderazgo adecuado y válido para la organización es muy importante, por lo que el coaching puede ser muy útil al conseguir que estas personas sean más eficientes, reorienten actitudes incorrectas y mejoren de forma genérica la coordinación de la organización.
Se buscará que los miembros de un equipo de trabajo alcancen los objetivos marcados, desde la orientación de un profesional que acompañará al coachee en la búsqueda de una mejora continua, orientando y facilitando las actuaciones que se lleven a cabo.
Centrando la atención en un ejecutivo o mando determinado con un determinado potencial y ganas de avanzar, se trata de establecer un programa que ofrece la organización en la que trabaja, con la idea de ayudar a descubrir e identificar las motivaciones de cada uno, para establecer una serie de finalidades y acciones a seguir para conseguirlas.
De forma genérica, el coach no le dice al coachee lo que tiene que hacer, cómo lo ha de hacer, a dónde tiene que ir o cómo se ha de comportar. Se trata de ofrecer una retroalimentación para que, de forma autónoma y reflexiva, la persona que ha iniciado un proceso de coaching tome sus propias decisiones, esté informada y conozca lo que pasará si lleva a cabo un tipo de comportamiento u otro.
Al ser en el ámbito organizacional, hay que intentar que la persona que inicia el proceso lo haga de forma voluntaria, algo común en el coaching personal. Ya que si la organización fuerza a un trabajador a iniciar un proceso de coaching, seguramente no acabará nada bien.

Coaching en las organizaciones
Se trata de una iniciativa que cada vez más organizaciones llevan a cabo, consistente en aplicar planes de coaching a nivel global, relacionándolos principalmente con la carencia de motivación en algunos trabajadores, como la estipulación de objetivos claros, concisos y alcanzables, la gestión de Recursos Humanos, la optimización temporal, proyectos concretos con exigencias especiales, etc.

Se puede optar por ahondar en toda la organización o únicamente en algunas partes de la misma. Consideramos que es muy importante vencer las reticencias que en este campo existen, por lo que a nivel organizacional vamos a concretar algunos de los beneficios que tiene el coaching.

 
Mejora las interrelaciones: Facilita que las relaciones entre los trabajadores se enriquezcan, dando la oportunidad de descubrir aspectos de los demás hasta ese momento desconocidos. Esto permite el intercambio constructivo de opiniones, la promoción del respeto entre las partes, derivando en un aumento en la productividad.
 
Oportunidades: Teniendo muy presentes las situaciones que se viven día a día en el puesto de trabajo, el coaching ofrece la opción de ir aprendiendo sobre la experiencia de actuaciones ya vividas, corrigiendo de este modo errores y viendo los problemas como oportunidades de mejora.
 
Adaptación continua: Inculca la idea de que en todo momento es bueno aprender, formarnos, actualizar nuestros conocimientos, etc., para que, de este modo, podamos adquirir poco a poco más responsabilidad y estar más satisfechos con lo que hacemos.
 
La calidad: Se promueve la mejora continua, buscando calidad en todo lo que hacemos.
 
El equipo: Ayuda mucho al trabajo de estas características, ya que fomenta las conductas compartidas, concreta objetivos globales e individuales, especifica claramente las funciones y responsabilidades de cada uno, refuerza la importancia de la capacidad individual, como a la aportación al grupo, etc.
 
Problemas: Ofrece herramientas para prevenir o encarar los problemas focalizándolos hacia soluciones y mejoras, no hacia responsabilidades.
 
Compromiso: La aplicación del coaching organizacional es muy positiva para retener a los trabajadores más adecuados, ya que de la autonomía, libertad y confianza que se ofrece, se recibe responsabilidad y mayor productividad, entre otras muchas cosas como una mayor fidelidad a esa organización.

Este es el tipo de coaching que más está creciendo junto con el personal, ya que ha sido utilizado por muchas organizaciones que posteriormente han triunfado y mejorado sus resultados en todos los ámbitos. Las ventajas para cualquier organización, son claras.

Coaching deportivo
Se trata del campo donde en un principio más se utilizó el coaching como herramienta de mejora, buscando el desarrollo del talento de los deportistas. Se basa en acompañar al deportista para que este, protagonista total del proceso, pueda alcanzar su nivel máximo de rendimiento.

No hay una imposición sobre los objetivos o las actuaciones a llevar a cabo, sino que el centro de todo es el deportista, que irá perdiendo sus miedos, limitaciones preconcebidas y justificaciones limitantes, para plantear nuevos retos acompañado por el coach, que le ofrecerá apoyo y le reforzará la confianza, el diálogo interno y externo, el desarrollo de la conciencia y responsabilidad, y el compromiso.
Está dirigido a deportistas que quieran mejorar aunque sean considerados de primer nivel, ya que son conscientes de que pueden llegar mucho más alto. A algunos les ayuda a recuperar la ilusión que quizás hayan perdido en el día a día, sintiendo de nuevo la pasión por lo que hacen. Llegar a competir mejor desde su conocimiento a nivel personal y el fortalecimiento de la autoestima, controlando sus emociones y acciones desde la responsabilidad de saber que han hecho todo lo posible para conseguir sus metas.
Todo esto y mucho más está relacionado con el coaching deportivo, cada día más extendido y del cual se han tomado muchos elementos que posteriormente se han aplicado en el coaching personal u organizacional.

Coaching espiritual
Esta opción que nos ofrece el coaching se centra en el convencimiento de que el ser humano es algo más que cuerpo, algo más que una parte física, intentando descubrir un mundo sumamente interesante y en muchos casos desconocido: el mundo espiritual.

Hay muchas personas, cada día más, que buscan un desarrollo personal más existencial, indagando en el interior de cada uno. No se consideran completos a pesar de su potencial económico o aparente vida feliz, lo que les lleva a investigar nuevas vías. El inconsciente tiene mucho que ver en este aspecto, por lo que a través del coaching se tratará de poder descubrirlo y potenciarlo, por ejemplo, en su parte creativa.
Hay momentos en los que sacamos energía de no se sabe dónde y esta opción nos ofrece ahondar en ese conocimiento. Tratamos de conocernos a nosotros mismos a otro nivel, más profundo, llegando al origen de cada uno, usando para ello las técnicas que nos ofrece el coaching, pudiendo estar apoyados en todo momento por un coach. Es imprescindible que alimentemos a nuestra mente tal y como se merece, trabajemos con ella, la desarrollemos, la retemos, la usemos para conseguir nuestros fines.
El coaching espiritual nos acerca a responder a esas preguntas existenciales que antes o después aparecen en nuestra vida, y cuya respuesta es individual y única, por lo que el trabajo será interno, de manera personal, con la guía de un coach, quien nos ofrecerá las preguntas adecuadas para que seamos nosotros mismos los que respondamos y, poco a poco, guiemos la existencia que queremos.
Como hemos visto, existen diversos tipos de coaching, todos basados en las mismas ideas, pero centrados en ámbitos diferentes. Desde el personal al organizacional, pasando por el deportivo. La especialización nos ofrece la posibilidad de desarrollar la parte que más nos interese.

 

Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Coaching.

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