Se trata de uno de los elementos que conforman el equipo de trabajo de una persona que desarrolla su labor con PVD. Es preciso conseguir que este elemento dé libertad al trabajador para localizar y utilizar las teclas rápidamente y con precisión, fomentando en todo momento la comodidad. Teniendo presentes las diversas tareas y posturas de los usuarios, hay que procurar facilitar la movilidad del teclado y su independencia, con la intención de obtener mayor flexibilidad y adaptación a las diversas situaciones que el puesto de trabajo requiera.

Para conseguir esto es elemental optimizar aspectos relacionados con la altura, grosor e inclinación, pues un posicionamiento incorrecto, puede provocar diversos trastornos y posturas negativas, como diversos problemas osteomusculares, como tendinitis, que es el más común, así como la tenosinovitis o el síndrome del túnel carpiano, cada día más habitual. Esto se puede evitar mediante un diseño acertado del puesto de trabajo, apoyándonos del mismo modo en la realización de descansos y pausas adecuadas optimizando los ritmos de trabajo.

Si hablamos del diseño del teclado en particular, es cierto que en los últimos años se ha producido una revolución en este campo, ampliándose los estudios sobre el tema, ofreciéndose en la actualidad diseños originales y cada vez más sofisticados, cuya finalidad es principalmente la reducción de problemas músculo-esqueléticos producidos al forzar la muñeca o los dedos. Muchos de estos teclados se catalogan como ergonómicos aunque aún es pronto para saber si todos ellos ayudarán a reducir las incidencias negativas que en este apartado tienen los usuarios de PVD. Dentro de la oferta actual, el más conocido es el teclado partido, que según diversas investigaciones reduce las molestias y fomenta posturas más cómodas. Pasados los primeros inconvenientes de su utilización posteriormente se consiguen las mejoras indicadas, así como un rendimiento similar al anterior.

Todas estas investigaciones relacionadas con las PVD y los nuevos teclados han abierto la posibilidad de su utilización a personas con diversas discapacidades, aumentando de esta forma sus opciones de ocio y laborales, entre otras. La accesibilidad en todos los cambios y sobre todo en el ámbito informático, es cada vez mayor, pudiendo personalizar en muchos casos los elementos que cada uno de nosotros utiliza, tanto en relación con el hardware como el software. Por ejemplo, hoy en día podemos encontrar teclados partidos, teclados más amplios para personas que tienen problemas de precisión, o teclados más pequeños para personas que tienen limitados ciertos movimientos, teclados visuales, utilizando punteros o que se puedan usar con una sola mano. La oferta es importante e interesante, adaptándose cada vez más a las características particulares de cada usuario.

Vamos a exponer a continuación indicaciones sobre las dimensiones recomendadas que han de tener los diversos teclados para que minimicen posibles consecuencias negativas.

La separación de las diversas secciones del teclado ha de ser como mínimo, de la mitad de la anchura de una tecla.

En relación con la altura del teclado, que puede ser modulable, se establece el máximo en 3 cm sobre la superficie de trabajo, medido sobre la tercera fila de teclas.

A su vez, la inclinación del teclado con respecto al plano horizontal sobre el que está colocado ha de situarse entre 0 y 25 grados. Aunque si la altura del teclado está en el límite máximo de 3 cm, esta inclinación no sobrepasará los 15 grados.

Las opciones de ajuste, autonomía y movilidad del teclado refuerzan la idea de adaptación al usuario.

Podemos encontrar tres tipos de perfiles en relación el teclado, que exponemos a continuación en las siguientes imágenes, y que son el teclado en rampa, teclado en escalera y teclado cóncavo.

Ver imagen.

En referencia a las superficies y materiales del teclado diremos que hay que procurar que las visibles no tengan reflejos que puedan molestar al usuario. El cuerpo debe tener colores neutros, preferiblemente ni claros ni oscuros, ya que la impresión de los caracteres se realizará en oscuro. Hay que priorizar que los bordes y esquinas posean terminaciones curvas.

En relación con las teclas y las distancias recomendadas diremos.

La distancia recomendada tanto en vertical como en horizontal entre las teclas adyacentes será de 15 mm, de forma genérica. Si nos referimos a la sección numérica o alfanumérica 19 mm

El tamaño de las letras numéricas y alfanuméricas, será, de la superficie de la cara superior, de 110 mm2, mientras que la anchura se establecerá entre 12 y 15 mm.

En relación con el desplazamiento de las teclas se estipula un intervalo admisible de entre 1,5 a 6 mm, aunque el recomendable es de 2 a 4 mm.

Existen dos diseños principales para el teclado numérico que exponemos a continuación.

los caracteres

Uno de los puntos más importantes en el teclado es el de los caracteres, estos han de ser completamente legibles visualmente desde donde desarrollamos nuestras funciones, teniendo una altura mínima en relación con los caracteres de 2.4 mm, mientras la anchura estará comprendida entre el 50 y 100 % de su altura.

Para finalizar simplemente comentar que las teclas relativas al "borrado", "suprimir" o similares, han de estar colocadas en posiciones alejadas a las teclas de uso frecuente, para evitar problemas.

 

Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Pantallas de visualización de datos.

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